jueves, 12 de diciembre de 2013

¡Qué belleza, María!

¡Qué alegría! ¡Qué belleza!
Llevar en tu seno, María,
La Hermosura inexplicable,
La Luz, inaccesible,
¡Qué ternura! ¡Qué comunión!
En tus entrañas, el Salvador del mundo....


¡Qué sentías Madre, día a día,
Mientras Dios crecía en tu corazón!
¡Qué éxtasis de Amor divino!

La más privilegiada de entre toda criatura,
Amamantando a su Creador,
Dios cercano y pequeño,
Dios humilde y pobre,
Dios que se abaja,
Para unirse a todo lo creado en ti, Madre.

Quien mejor que tú, para darme a conocer,
Los secretos de su Corazón.
Quien mejor que tú,
Para introducirme en el Misterio encarnado.

¡Solo Dios! Por Él, con Él y en Él,
Llévame de tu mano a su Presencia, Madre,
Pídele que me otorgue,
La gracia que mi corazón ansía,
Contigo, me atrevo a decir tus mismas palabras:
“He aquí la esclava del Señor, hágase en mí, según tu Palabra”

Manuela González Aguilera

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.