jueves, 12 de diciembre de 2013

Orando con Jesús

Buenos días Señor, hermano, amante, esposo, médico, maestro, el mejor de mis amigos.
Te doy gracias, por tanto bien como has hecho y continúas haciendo en mi vida.
No es fácil entender tu entrega hasta la Cruz, eso es locura para el mundo, hay que estar “loco” para ir libremente a una muerte tan cruenta. Pero la Grandeza de tu Amor por los seres humanos y tu Misericordia, es así “Grandeza y locura”. Con tu vida entregada, ¿cuántas vidas han sido salva, desde que te encarnaste en nosotros? Solo tú lo sabes.
 
De que extrañarnos entonces. ¿Acaso un padre o una madre, no están dispuestos a entregar sus vidas por sus hijos? Cuánto más Tú, que sabías que podías salvar y sanar a la Humanidad, del infierno y de sus pequeñas muertes en vida, para conducirlas a tu “Cielo” sirviéndote en tu Obra Redentora, llenándolas de vida y alegría, para que otros muchos, sean conducidos por el Camino de Amor y Amistad contigo.
¡Qué buenas son, las obras de mi Señor, que siempre nos da el ciento por uno, lo que nos pides, nos lo das multiplicado!
 
¿Quién me ha enseñado a amar y a perdonar, si no tú? Y todo, para mi felicidad.
¡Cuánto te amo Jesús! Gracias infinitas, por todo cuánto has hecho de bueno en mi vida, si un día, en algún momento, me olvidara de ti, tú no te olvides de mí, sedúceme con tu divino amor cada instante de mi existencia, para que pueda decir al mundo hasta la saciedad: “Gustad y ved que bueno es el Señor.

Manuela González Aguilera


 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.