jueves, 8 de marzo de 2012

Soy lo que soy

Soy lo que soy en Ti,
Sin Ti, nada soy,
Dulce Amor del alma mía.
Sin Ti, no tiene sentido la vida,
Eres Tú, el sentido de la mía.
Eres Tú, mi Dios, quien me mueve
Y quieres que tenga conciencia de esto.

Me Amas y te Amo,
Te respiro y me respiras,
Te siento y me sientes,
Soy para Ti, y eres para mí,
Tu deseo, es deseo en mí,
Adoro, tu inmensa e infinita voluntad,
Es posible esto, en tu Amor.

Quiero estar contigo,
Todos los días de mi vida,
Vivir contigo, en la eternidad de tu Amor.
Soy de Ti, en Ti vivo, en Ti me muevo,
Y muero de Amor por Ti.

Nada del mundo me atrae,
Solo Tú y en Ti, está puesto mi deseo.
¡Cuánto ruido mundano!
¡Cuánto vacío hay en él!
¡Cuánto llenarse de cosas vanas!
Sin saber, que todo cuanto el alma necesita y quiere
Es llenarse de Ti, de la Grandeza y Pureza de tu Amor.

Haz de desearlo con todas tus fuerzas,
Con todo tu corazón, con toda el alma,
No se hace de rogar el Señor contigo,
Viene a ti, con derroches de Amor,
Con manjares de dioses.

Somos animales sin Ti,
Dulce Amor del alma mía,
Tú pones en nosotros,
Tu Belleza y Hermosura,
Tu Amor y tu Paz,
Tu Bondad y Misericordia,
Tu Humanidad y Divinidad.

¿Qué somos sin Ti, Dulce Amor?
Ruido que nadie entiende,
Torres de Babel,
Alcohol que apaga la sed del mundo.
¡Hasta cuándo, estaremos tan ciegos!
¡Hasta cuándo, Dios mío!

Aquí estoy contigo,
Contemplando el Misterio de tu Amor,
Te ruego Misericordia, para este mundo roto,
Danos tu Salvación, por tu gran Amor.

Me diste de beber el agua de la Vida,
Y ya no me sacia otra más,
Que la que Tú me das,
Solo quiero el agua Viva
Que eres Tú,
Jesús de Nazaret, para mí,

Manuela González Aguilera







jueves, 1 de marzo de 2012

Soy como una gota de agua

Soy como una gota de agua,
En la inmensidad de tu Amor,
Pero esa insignificante gota,
Te doy para Ti, para siempre.     

Desaparecida en Ti, unida a Ti
Para continuar tú Obra Redentora,
Según tu voluntad.

Concédeme que a ejemplo de María, Tú Madre y Madre mía, con Ella, diga estas palabras que han nacido en mi corazón, en oración: “Soy esclava del Señor, sierva eterna, soy humilde y obediente. Te pido hija, que seas humilde y obediente como Yo”.       


Manuela González Aguilera

Orando con la Palabra

1Pe. 1,15-16 "Antes bien, así como aquel que os ha llamado es santo, también sed santos vosotros en todo aspecto de vuestra manera de vivir, porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo"

Señor, en las Sagradas Escrituras, nos pides que seamos santos...
Creía, que era una Gracia para pocos, que hacían cosas grandes.
¿Cómo iba a pensar en la santidad personal... para mí? Impensable.
Orando contigo desde la Palabra, vislumbro que la santidad es una Gracia, a la que todos debemos aspirar y desear.
San Pedro, lo dice de una manera tan clara, que parece que fuese sencillo ser santos:”sed santos vosotros en todo aspecto de vuestra manera de vivir”

Sola, sé que no puedo nada, pero Contigo Señor, todo lo puedo.
Concédeme tu Gracia, para desear ser santa, y ser santa, en lo cotidiano de mi vida, sirviendo, como es tu deseo y el mío:
Servirte eternamente a Ti, en el hermano crucificado, para que a todos llegue, tu Mensaje de Salvación.

Manuela González Aguilera

Como un pajarillo

Soy como un “pajarillo”, queriendo alcanzar
Al más “loco” de todos los tiempos,
Que por Amor, se dejó crucificar.
Si pudiera volar,
Y quedarme por siempre junto a Ti,
Volaría a lo más alto,
Para que nada, ni nadie,
Me pueda de Ti, separar.
Como una avecilla,
De las más pequeñas,
En Ti, encontré libertad.
Me donaste unas alas,
Tan solo, por tu gran Bondad.
Ni el mundo, ni Órdenes, ni estado,
Las pueden ya cortar.
Alas de oración,
Que suben y bajan,
Entre el cielo y la tierra,
Para cumplir eternamente,
Tu Santa voluntad.

Manuela González Aguilera