Al final del día

Al final del día Señor,
entre el cafelito de la mañana,
quehaceres, reuniones…
realizados desde tu Amor,
con el pensamiento en Ti,
casi no he hablado contigo.

No he tenido tiempo para Ti,
estar contigo a solas, 
contemplar tu Hermosura,
gustad tu Presencia,
escuchar tu voz en la Palabra.

Creo, que ahora entiendo la tarea
que nos han puesto en la Escuela de Discipulado,
intentaré hacer bien mi tarea Señor,
para sacar tiempo, “parar el tiempo”,
para estar contigo.

De qué sirve afanarse,
aún trabajando para Ti, en el hermano,
si no me alimento de Ti,
puedo llegar a tener, anemia espiritual.

Señor, oración y trabajo,
trabajo y oración,
en su justo equilibrio,
para la salud mental y espiritual.

Como dice San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”
Sea tu voluntad en mí,
agradecerte estos momentitos regalados,
te quiero, Amado Jesús.

Manuela González Aguilera