domingo, 17 de diciembre de 2017

Vivía de espalda a Ti

Señor Jesús, sabes que durante muchos años viví de espalda a Ti, por aquel entonces lanzaba piedras sobre mi tejado.

No te conocía, era cristiana de cuatro estaciones, bautismo, bodas, entierros y comuniones.

Nada sabía de experiencias de fe, ni vida de oración, ni vida en Dios, y menos elegir modos de orar contigo, pues sólo conocía oraciones básicas de la Iglesia, las cuáles me aburría rezar por la noche, abandonando ese hábito.

No conocía esta manera de charlar contigo en intimidad, ni elegí esta forma de orar escribiendo, menos compartir trocitos de mi alma, vida, y corazón a los cuatro viento.

Nada guardo para mí, según tu voluntad, no prometiste un camino fácil, pero sí una vida más plena y feliz contigo.

Te ruego que sigas guiando mi vida, alma y corazón, mis pies y manos, para escribir al mundo tus maravillas conmigo, para servirte de la manera que Tú quieras, aunque la vida me cueste.

No te olvides de esta pobre pecadora Señor Jesús y reza al Padre por mí.

Manuela González Aguilera

8-8-2017

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