domingo, 17 de diciembre de 2017

Nuestra Señora del Carmen

Santa María Virgen, en tu advocación Nuestra Señora del Carmen,
en Ti se refugiaba mi madre, en Tí confiaba y a Ti se encomendada,
a Ti, te contaba sus alegrías que fueron pocas y sus penas que muchas fueron.

A Ti, te reconocía como Madre y Señora, con gran devoción y cariño te rezaba, por esa fe y Amor que os unía, os invoco Madre mía, para encomendarte a quien en la tierra fué su marido, mí padre.

Ella nos enseñó los primeros pasos en la fe y nos pidió que perdonásemos todo el daño recibido de nuestro progenitor, cómo ella ya lo había perdonado.

A Ti, en su nombre, te encomiendo a mí padre, no lo abandones, esas sus últimas palabras resuenan cómo eco en mi interior y a Ti las elevo.

Asistélo en sus últimos días en la tierra, mándalo llamar a luz de Jesús en su tránsito, ábrele tu puerta y ruega por él al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, ahora y siempre, y en la hora de nuestra muerte, amén.

Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y Reina por los siglos de los siglos.

Manuela González Aguilera

26-8-2017

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