domingo, 17 de diciembre de 2017

A mi Madre Iglesia

Madre, millares y millares,son tus hijos,
unos, cómo hijos pródigos,
la herencia en el mundo malgasta.

Otros, como hijos mayores
recelosos, quedan en casa.

Madre, como águila abre tus alas,
para dar sombra, cobijo y esperanza.

Miserias humanas manchan tu nombre,
prenden fuego a tus alas.

Como Madre de la Misericordia,
te dejas quemar por las llamas.

Hacia lo Alto te arrimas,
por Amor, entregas tu alma.

Amparando a tus polluelos,
bajo la protección de tus alas.

Manuela González Aguilera

27-7-2017

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