domingo, 17 de diciembre de 2017

Cógeme confesada

Señor, cógeme confesada
porque soy muy de tierra,
Tú me das de comer Pan tierno,
pero mi corazón es duro como de piedra.

Tantos años contigo...
pensé, y creí conocer tu imagen,
y ver en ella un halo de la mía.

No, no te reconozco
en el que yace dependiente,
no tengo fuerzas, ni ánimos,
para coger la cruz del día.

De qué soy misión, ni misionera,
de tus cosas, de las mía?
no te sirvo Señor,
el mundo se me cae encima.

Es un túnel sin luz
el que atraviesa el alma mía.
¡Oh Señor, cómo eco en mi interior,
necesito gritar: “confías,
confías en Mí, hija mía”

Manuela González Aguilera

28-8-2017

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