miércoles, 2 de noviembre de 2011

Un día gris…

Un día gris entré dentro de mí
No sabía quien eras Tú
Mi sorpresa aún mayor
Pues no sabía quien era yo.

Un mar de confusiones
Un caos mi interior...
Un puzzle desordenado era yo.

En tu presencia como Espejo
Tu Imagen Brilló, Pura y Bella
Radiante como el Sol.

Desperté del gran letargo
al verme frente a Ti pavorosa susurré...
¿Donde está la semejanza entre Tú y yo?

Con dolor, lloré amargamente, 
Tu silencio amoroso, me abrazó.

Hoy, te doy gracias por tu Amor
Tu Paz y tu Perdón.
Gracias por esta vida nueva
Por tu gran lección...

Me abriste el “oído” para “escucharte”
 “hablar contigo” compartir tu Amor.


Gracias por tu Misericordia
Tu Paz y tu Bondad.
Gracias por el don de la vida
Tu delicadeza y Amor.
Gracias Señor,
Por el don de la oración escrita...

Manuela González Aguilera


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