Huesos secos soy

Señor Jesús, te necesito,

No quiero vivir sin Ti,

Huesos secos soy…

Exhala tu Aliento en ellos,

Que recobren vida nueva,

Llénalos de tu Santo Espíritu.

Como dista la noche y el día,

Así somos Tú y yo,

Es tan Grande tu Amor,

El mío, tan insignificante.

Soy tu mendigo,

Quien llama a la puerta,

Necesitada de las migajas,

Que caen de tu Mesa.

Del Amor de tu Corazón,

De la Paz de tu Alma,

De los dones de tu Espíritu.

Jesús,

Quienes saborean tus bienes,

Ya no se conforman con menos.

Tú me diste a probar tu Gracia,

Manjar de dioses.

La vida, no es vida, sin Ti.

Manuela González Aguilera