viernes, 4 de noviembre de 2011

Madre del Buen Consejo


        Vengo a tu presencia necesitando tu Buen Consejo. Te necesito Madre. Mis amigos son muy importantes para mí. Llegaron a nuestras vidas como agua del Rocío y nuestra tierra reseca los acogió como se acogen las aguas de Mayo y abril. Pasada la tempestad y el frío invierno.

        Con ellos nos llegó la primavera, el nacer de las flores, el canto de los pájaros. Con ellos nos llegó la Luz del Sol. El calor del verano. Con ellos vivimos tan bellos y hermosos momentos, que no sabría enumerar. Con ellos hemos aprendido tanto... nos han dado tanto... Madre.

        Hoy en mí, la amistad como en las estaciones del año, está entrando en el otoño. Sin poderlo evitar, van cayendo las hojas, para dejarnos a cada uno, cuán árbol desnudo.

        El Rocío dio paso a bellas flores en nuestra amistad, el Sol con su divina Luz, nos iluminó el corazón. En este momento Madre, el otoño arrastra hacía la nada, las flores que llenaron de colorido nuestra vidas, han marchitado y el viento se las lleva. Necesitamos el mejor Jardinero, que siembre con esmero, el Amor derramado entre nosotros.

        Ahora Madre como el árbol en el otoño, quedamos desnudos, al descubierto. Aconséjame Madre, te necesito, cada árbol es diferente: los hay alto, bajo, derecho, algo torcido...

        No me gusta ver el paisaje que diviso desde mi ventana, y no sé que hacer. Te necesito Madre, necesito tu Buen Consejo, mis amigos son importantes para mí.

        Ayúdame, espero tu respuesta en la vida, haz que vea el camino que tu divino Hijo Jesús, quiere para nosotros. Confío y espero de Ti como Buena Madre, tu Buen Consejo.

 <<Mi querida hija, no te haré esperar, lo que voy a decirte no es fácil, aunque no imposible. Te voy a dar mi Buen Consejo, de ti depende que seas capaz de llevarlo a cabo o no. Como sabéis sois seres limitados e imperfectos, es bueno que os conozcáis tal cual sois en realidad.

Fíjate en el otoño, la estación que a ti te gusta menos, fíjate en su enseñanza. Escribes en cada hoja, lo que no te gusta de tus amigos... déjalas ir con el viento. Conserva a tus amigos, son más importantes que ésas hojas, de nuevo nacerán flores.

        La voluntad de mi Hijo, es que os Améis los unos a los otros como Él os Ama. Ama pues, hija, esa es tu Misión en la vida: el Amor>>. 

Manuela González Aguilera







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.