domingo, 16 de agosto de 2015

Las Rosas de Cuenca

A dos bellas Rosas de Cuenca,
les cortó la vida un perturbado,
de envidia y celos cargado,
malvado diablo,
que arrancó sus jóvenes vidas,
desde la raíz hasta el tallo.

Escondiendo su delito bajo tierra,
con un manto blanco,
en un grito de Justicia,
las Rosas, dejaron asomar sus pétalos.

¡Bellas Rosas,
que la vida os han robado!

Descansen en paz vuestras almas,
encuentren consuelo vuestras familias,
al malvado cárcel perpetua,
para purificar su mortal pecado.

Amado Jesús, te ruego
por las almas de Marina y Laura,
descansen en tu Paz y brille para ellas,
tu Luz perpetua. Amén

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