Escuchas tu corazón

Escuchas tu corazón hija mía,
escribes cuánto él te dicte,
en ti me complazco, es mi beneplácito.

Apremio almas de niño,
pequeñas, pobres,
necesitadas de mi cariño,
confiadas, para caminar
de la mano de su Padre,
en un mundo, donde todo
lo Creado, era bueno.

Vuestra libertad,
desfigurada en libre albedrío,
en cueva de ladrones,
en mercenarios de la muerte,
ha alterado lo bueno, en malo.

Escribe hija mía,
la Belleza de mi Amor Misericordioso,
del mayor Don que poseo,
mi Hijo Amado, mi Predilecto,
entregado por Amor a vosotros,
para mostraros el Camino de regreso
a la Casa de Padre,
para que conozcáis la Verdad
a la que estáis llamados,
a la Vida plena y feliz que os regalo.

Escribes hija mía al mundo,
cuánto tu corazón te dicte,
de mis Bondades hacia el ser humano,
la Grandeza de mi Amor,
Dulzura, Magnanimidad, la Paz,
que en vuestros corazones derramo,
contagias con alegría el don de la fe,
que te he regalado.