Hay en mi interior,
como una llama de Amor,
como un surtidor de Vida,
invisible e inaccesible,
que me atrae como imán hacia Él....
Como el novio invita a la novia,
para estar con él y hablar en intimidad,
de su Amor por ella,
así, el Amor del Espíritu Santo,
llama mi alma, con el fuego de su Amor.
“Ven Amada mía, ven;
ven al banquete preparado para ti,
desde antes de nacer,
porque Soy Dueño de tu corazón y eres mía,
nadie te arrebatará de mi mano,
te he llamado a dar frutos abundantes de mi Amor,
para Gloria y Alabanza de mi Santo Nombre,
y bien de cuántos te rodean.
Ve y comunica al mundo mi Amor Único,
que libera, sana y salva,
es el mayor deseo del Padre,
para que alcance su Felicidad a todos sus hijos,
en el nombre de su Hijo Amado Jesús”. Amén
como una llama de Amor,
como un surtidor de Vida,
invisible e inaccesible,
que me atrae como imán hacia Él....
Como el novio invita a la novia,
para estar con él y hablar en intimidad,
de su Amor por ella,
así, el Amor del Espíritu Santo,
llama mi alma, con el fuego de su Amor.
“Ven Amada mía, ven;
ven al banquete preparado para ti,
desde antes de nacer,
porque Soy Dueño de tu corazón y eres mía,
nadie te arrebatará de mi mano,
te he llamado a dar frutos abundantes de mi Amor,
para Gloria y Alabanza de mi Santo Nombre,
y bien de cuántos te rodean.
Ve y comunica al mundo mi Amor Único,
que libera, sana y salva,
es el mayor deseo del Padre,
para que alcance su Felicidad a todos sus hijos,
en el nombre de su Hijo Amado Jesús”. Amén
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