jueves, 30 de julio de 2015

En Ti, la diferencia

¡Oh Señor, cuánta diferencia!
entre prisas y ruido mundano,
y la Paz gozosa de tu Sagrario Santo.

Gracias, por invitarme a estar contigo,...
degustando las Dulzuras de tu Corazón.

¡Cuánta alegría habría en la tierra,
si tus criaturas encontraran tu Puerta!
Si pudieran deleitarse en tus cosas,
si los corazones
respiraran al ritmo de tu Amor y tu Paz,

¡Cuánta alegría habría en la tierra, Señor!

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