martes, 27 de mayo de 2014

Sed de Ti,

Señor Jesús, tengo tanta sed de Ti,
De tu amado Amor.
Día a día busco tu rostro,
Tengo presente nuestro primer encuentro,
Explosioné dentro de mí,
Rompiste todos los esquemas que conocía.

Mi vida abandonada en Ti,
Mientras me dejaba hacer,
Como barro en manos del alfarero,
No sabía nada de tu íntima amistad con el alma,
Ni lo imaginaba, me sorprendiste.

Nada ha sido igual desde entonces,
Andaba de espalda a Ti,
Le diste un giro a mi vida, imposible para mí,
“Cara a cara” como hablan los amigos,
Comencé hablar contigo,
Haciendo maravillas, en un alma perdida.
Que no dejes Señor de buscarte,
Conversar contigo y Tú conversar conmigo,
Que te escuche, y ponga en obras tus enseñanzas.
Gracias Jesús, por la vida que me has regalado.

Manuela González Aguilera

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.