Buenos días queridos amigos, comparto con vosotros esta experiencia vivida en Tierra Santa, hace 20 años. Hasta hoy, no había escrito nada sobre ella, ¿cómo explicar tal experiencia cuando no existen palabras?
Por el Mar de Galilea,
por donde tus discípulos pescaban,
iba en tu barca sentada,
sin saber, que me esperaba.
Respirando tu mismo aire,
tu Sol, me alumbraba,
navegando tus pisadas,...
dentro de Ti me hallaba.
Celebraba la Eucaristía,
tu memoria encarnada,
arrebataste mi alma,
prendida en tu Amor, “volaba”.
Mar adentro, mi cuerpo,
temblaba, temblaba, temblaba,
mis ojos,
Por el Mar de Galilea,
por donde tus discípulos pescaban,
iba en tu barca sentada,
sin saber, que me esperaba.
Respirando tu mismo aire,
tu Sol, me alumbraba,
navegando tus pisadas,...
dentro de Ti me hallaba.
Celebraba la Eucaristía,
tu memoria encarnada,
arrebataste mi alma,
prendida en tu Amor, “volaba”.
Mar adentro, mi cuerpo,
temblaba, temblaba, temblaba,
mis ojos,
como fuente de agua viva,
mis labios, sellaba.
Dentro de Ti,
toda me hallaba,
silencio, silencio, silencio,
testigo mudo,
de un encuentro, sin palabras.
No te quedaste ahí,
Jesús, de mi corazón,
al tuyo, saltaba.
Manuela González Aguilera
Dentro de Ti,
toda me hallaba,
silencio, silencio, silencio,
testigo mudo,
de un encuentro, sin palabras.
No te quedaste ahí,
Jesús, de mi corazón,
al tuyo, saltaba.
Manuela González Aguilera
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