Buenas tardes amigos, comparto con vosotros una experiencia en forma de versos, vivida en Tierra Santa, hace 20 años. Hasta hoy, no había escrito nada sobre ella, ¿cómo explicar una experiencia, cuando no se encuentran las palabras?
En el Mar de Galilea,
por donde tus amigos pescaban,
iba en tu barca sentada,
sin saber, que me esperaba.
Respirando tu mismo aire,
tu Sol, me alumbraba,
impulsada iba, tras tus pisadas,
dentro de Ti, toda me hallaba.
Celebraba la Última Cena,
tu memoria encarnada,
arrebataste mi alma,
prendida en tu Amor, navegaba.
Mar adentro, mi cuerpo,
temblaba, temblaba, temblaba,
mis ojos, como fuente de agua viva,
mis labios, sellaba.
Dentro de Ti, toda me hallaba,
silencio, silencio, silencio,
testigo mudo, de un encuentro,
sin palabras.
Manuela González Aguilera
En el Mar de Galilea,
por donde tus amigos pescaban,
iba en tu barca sentada,
sin saber, que me esperaba.
Respirando tu mismo aire,
tu Sol, me alumbraba,
impulsada iba, tras tus pisadas,
dentro de Ti, toda me hallaba.
Celebraba la Última Cena,
tu memoria encarnada,
arrebataste mi alma,
prendida en tu Amor, navegaba.
Mar adentro, mi cuerpo,
temblaba, temblaba, temblaba,
mis ojos, como fuente de agua viva,
mis labios, sellaba.
Dentro de Ti, toda me hallaba,
silencio, silencio, silencio,
testigo mudo, de un encuentro,
sin palabras.
Manuela González Aguilera
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