¡Qué poco te conocemos Señor!

¡Qué poco te conocemos Señor!
Concédeme lo que quieras,
lo que necesite, para conocerte,
y darte a conocer.

¡Cuántos diosecillos nos inventamos!
¿A quién amamos, cuando decimos que te amamos a Ti?
¿A quién seguimos?
¿A quién anunciamos?
¿A cuántos dioses rezamos?

Aquí estoy Señor,
para hacer tu voluntad,
otórgame tu gracia,
envíame a la Misión.

¡Ven, Espíritu Santo,
derrama tus dones,
sobre esta pobre pecadora,
que ha degustado tu Amor,
sin mérito alguno,
saboreado tus dulzuras,
alabado tu Misericordia.

Para servirte a Ti,
acercarte almas,
para que te conozcan,
te Amén,
sean Salvadas.
de sí mismas,
del mundo, y sigan tus huellas.

Ven, Espíritu Santo,
enciende el fuego de tu Amor,
en mi corazón,
para anunciarte con valentía,
alegría, ardor, con tu gracia.

Por Jesucristo nuestro Señor, amén

Manuela González Aguilera