viernes, 31 de octubre de 2014

Amado San Agustín

Amado San Agustín,
te centraste en el hombre,
buscando el sentido de la vida,
y te enredaste en falsas enseñanzas.


Hombre inquieto,
en busca de la verdad que te hiciera libre,
y el amor que saciara tu sed,
hijo de costosas lágrimas,
a quien Dios concedió su favor.


Volviste la cara al Dios, de tu Amada Madre,
con gran sollozo, te convertiste a Él,
con pasión, te entregaste a Cristo,
sin descanso, predicaste la Palabra.


Gran orante,
Padre de muchísimos hijos,
guiándolos hacia el encuentro
con el Salvador.


Inquietando los corazones
de los que buscan el Camino,
enseñando a orar desde el corazón,
en tu tiempo y en el nuestro,
con tus palabras: "Nos has hecho, Señor,
para ti y nuestro corazón está inquieto,
hasta que descanse en Ti"


Ruega por nosotros, San Agustín,
alcánzanos un corazón grande,
e inquieto como el tuyo,
un alma receptora,
para saborear y gustad las cosas del Señor,
Santo amigo de Dios,
te lo pedimos, en el nombre de Jesucristo,
Nuestro Señor. Amén


Manuela González Aguilera

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