Amado Jesús,
a veces soy como lápiz
en tus manos.
Las palabras bullen dentro de mí,
en forma de versos,
son regalos que haces
para enriquecer, compartir,
fortalecer la fe...
Otras, soy fuente seca,
aunque me acerque a ella,
nada hay para beber.
Momentos de sequedad,
con los cuales,
reflexiono mi pecado,
me arrepiento de ello,
pido perdón, e
intento mejorar.
Todo sirve,
en este camino espiritual,
para crecer y madurar en la fe.
Tú, siempre estás conmigo,
aunque yo, no esté contigo.
Gracias Amado Jesús,
por ser en tus manos
lápiz o fuente seca.
Gracias, por la Gracia
de dejarme hacer,
según tu Amada voluntad.
Manuela González Aguilera
a veces soy como lápiz
en tus manos.
Las palabras bullen dentro de mí,
en forma de versos,
son regalos que haces
para enriquecer, compartir,
fortalecer la fe...
Otras, soy fuente seca,
aunque me acerque a ella,
nada hay para beber.
Momentos de sequedad,
con los cuales,
reflexiono mi pecado,
me arrepiento de ello,
pido perdón, e
intento mejorar.
Todo sirve,
en este camino espiritual,
para crecer y madurar en la fe.
Tú, siempre estás conmigo,
aunque yo, no esté contigo.
Gracias Amado Jesús,
por ser en tus manos
lápiz o fuente seca.
Gracias, por la Gracia
de dejarme hacer,
según tu Amada voluntad.
Manuela González Aguilera
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