viernes, 7 de marzo de 2014

Historia de mi abuelo

Sentada en la falda de mi abuelo, me contaba anécdotas de su vida. Un día le pregunté si el hizo la 1ª Comunión y comenzó a hablar en voz baja: “Si tu supieras lo que pasé para recibir a Jesús, esos eran otros tiempos. Estábamos en guerra y la Iglesia por entonces era perseguida. Mi hermano y yo íbamos a clase de Catecismo, pero a la salida de la Iglesia nos esperaban otros n...iños para darnos una paliza. Aún así, íbamos aprender el Catecismo para conocer más y mejor a Jesús, Como los insultos y palizas no cesaban, nos enviaron a otra Parroquia, para seguir dando Catequesis, a escondidas.
 

Un día, al salir de la Iglesia, un grupo de niños nos preguntaron.
- ¿Qué habéis ido hacer ahí?
 

Aprender el Catecismo para recibir a Jesús en la 1ªComunión, le contestamos.
- ¡No vale la pena! Nos dijeron. Pronto no habrá Catequistas, ni Sacerdotes, ni Iglesia Católica.
 

Mi hermano y yo nos miramos y con voz temblorosa le dijimos: Todavía quedamos nosotros, estamos Bautizados, somos Católicos y vamos a recibir a Jesús en la Eucaristía, por tanto mientras que vivamos habrá Iglesia Católica. Ante nuestra respuesta, algo sorprendidos, los niños nos dejaron pasar, pero no sin antes ponernos algunas zancadillas.

Se acercaba el gran día y como nuestra madre no tenía dinero para comprarnos la ropa, las Catequistas nos hicieron unos pantalones cortos y unas camisas blancas. Aquella primavera, mi hermano y yo recibimos con mucha alegría a Jesús. Estábamos felices, de haber aguantado todas las burlas y palizas, con tal, de tener a Jesús en nuestros corazones, y en nuestras vidas, hasta el día de hoy.

Mi abuelito murió años más tarde, pero en su cara tenía la felicidad y la Paz, que solo Jesús nos puede dar, en los momentos difíciles. Y Yo soy feliz, porque se que él está en el cielo con Jesús, y desde allí cuida a toda la familia.

Manuela González Aguilera

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