sábado, 19 de julio de 2014

Amado del alma

Estoy ante el Sagrario necesitada de hablar contigo,
del mundo, mundana vengo,
desairada conmigo misma,
por tropezar una y otra vez, en la misma piedra.
...

¿Hasta cuándo estaré forcejeando contigo?
¿Cuándo abrazaré mi cruz?
¿Cuándo aprenderé de Ti? (Mt 12, 18-19)
¿Cuándo aprenderé de nuestra Madre María? (Lc 2, 19)
¿Cuándo se hará el silencio tan deseado en mí?

Tú Señor, conoces cada una de mis debilidades,
sabes del egoísmo humano, la hipocresía,
la falta de responsabilidad y solidaridad,
la cobardía e injusticia,
la huida, falta de compromiso, comodidad.

Tú, Creador y Redentor mío,
conocedor de corazones,
Rey de Reyes,
confiaste tu Vida Sagrada,
a la voluntad del Padre,
te entregaste sin reservas,
derramaste hasta la última gota,
de tu valiosísima Sangre,
para la salvación del mundo,
todo, a cambio de nada para Ti.

Mírame a mí,
a pesar de que me has pedido
que no guardase nada para mí,
lucho contigo, por qué y para qué,
si después caigo rendida de Amor a tus pies,
batalla perdida soy,
mírame con compasión,
del mal del mundo y de mis propias miserias,
LIBÉRAME.
Por tu dolorosa Pasión te lo pido. Amén

Manuela González Aguilera

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.