domingo, 12 de agosto de 2012

Al vuelo del Espíritu


Mi alma no sabía que tenía alas,
El mundo las recortaba para no volar,
Más un día se hizo el milagro,
Me otorgaron alas nuevas,
Que nadie podría cortar.

Comenzó a volar mi alma,
Por encima de la tierra,
Mucha pena divisó,
Muchos durmientes andantes,
Mucha oscuridad.

Porqué a mí,
Se me ha dado estas alas,
Porque no todos,
Las pueden degustar,
Porqué soy libertad y vuelo.

Escucha tu voz alma mía,
Antes, eras prisionera,
Cuarenta años cautiva.
Cada alma tiene su ritmo,
Todas están llamadas a volar.

Unas guardan todo para sí,
Otras todo lo dan,
Esas alzan el vuelo antes,
De aprender andar.

Manuela González Aguilera





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