viernes, 15 de febrero de 2013

¡Oh Jesús Amado!

¡Oh Jesús Amado!

Que arrepentida estoy,

De haber rechazado tu Gracia,

No podía aceptar, ese Don.


Tan impensable,

Tan imposible para mí,  

Tan indigna...

Cómo, aceptar tu Beso,

Como, sellar tus labios,

Con los míos, tan “feos”

Eso no podía ser...

Es un engaño espiritual,

No viene de tu Espíritu.

Tú, Majestuosamente,

Conociendo mí pesar,

Inclinaste tu rostro hacia mí,

Me besaste en la mejilla,

Me besaste, en la barbilla.

Volviendo en mí,

No salía de mi asombro,

Ha debido ser, un sueño,

Un sueño hermoso, increíble.

He soñado que mi Amado,

Ha bajado a visitarme,

Y ha sellado con beso enamorado,

Este Amor de Dios,

Incomprensible y “loco”.

Manuela González Aguilera













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