viernes, 8 de febrero de 2013

Me duele el dolor humano

¡Ay, Señor, cómo me duele el dolor humano!

¡Cuánta aceptación en la lucha para ganar la batalla, a esta enfermedad llamada Cáncer, en este siglo.

¡Cuánta impotencia, ante la enfermedad terminal de familiares y amigos!

¡Cuánta indignación ante la pérdida del Bien Social!

Apenada te traigo tanto dolor, porque confío en Ti,

Creo en Tu Palabra, tú promesa, todo es para bien de los Amas.

El sufrimiento humano sin tu Luz, no tiene sentido, asociado a tu Cruz Redentora, sana y salva.

Sana mentes y corazones enfermos.

Bajas al infierno de nuestra vida, para arrancarnos del sufrimiento inútil, nos fortaleces y

vigorizas; nos confortas y vivificas, nos das valor para afrontar la dureza de la vida y 

elevarnos hacia Ti, para gozar aquí y ahora un cachito de tu Cielo.

Jesús, por los méritos de tu Pasión, danos tu bendición.

Bendice, nuestro dolor e incertidumbre.

Bendice nuestras enfermedades.

Bendice a todos, los que no tienen techo, pan y vestido.

Bendice a los que no tienen trabajo.

Bendices a cuántos han hipotecado su vida, para ofrecer a su familia una casa digna.

Bendice la desolación de toda la tierra.

Tú que entregaste hasta la última gota de tu Preciosa y Divina Sangre, 

por Amor a nosotros y por nuestra Salvación, que no sea en vano, tu sacrificio, Señor.

Antes bien, sea por siempre tu Amadísima voluntad. Amén


Manuela González Aguilera


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