viernes, 19 de agosto de 2016

Magnificat


Mi alma glorifica al Señor,
mi espíritu está alegre, 
desde que conocí a mi Dios.

Solo él, está sanando mi mente,
está sanado mi corazón,
me salva de la esclavitud del mundo,
y de mi misma.

Dichosa me llamaran porque mi Dios,
está haciendo en mi maravillas,
me levanta cada día,
regalándome sus dones,
su Paz, Amor y esta inmensa Alegría.

Me levantó del suelo,
me sacó de un pozo sin fin,
me envolvió con un manto de Amor,
llenó mi corazón de besos de Misericordia.

Santo, Santo, Santo es su Nombre,
ardo en deseos de comunicarlo,
mirad: confunde a los engreídos y soberbios,
a los humildes los lleva entre sus brazos,
colma de bienes al mendigo y marginado,
vacío deja ir, a los que tienen tanto.

Derrama Misericordia especialmente,
entre los pobres más pobres y necesitados,
cumpliendo siempre sus promesas,
como lo había prometido en tiempos pasados. Amén

Manuela González Aguilera